Las calas del río Ubrique



Si nos damos un paseíto por la avenida del Rodezno, desde el Convento hasta la calle San Eduardo, tendremos la oportunidad de ver montones de macizos de calas, silvestres ya, en el río.
Son recuerdos de aquellos tiempos en los que huertas, molinos y artesanos convivían con el agua, imprescindible para la vida y muy abundante en nuestra tierra.
Todo un lujo pasear por este jardin asilvestrado y exhuberante.









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