Torrealháquime. Lleno de sorpresas.

Cuando llegamos por primera vez al pequeño Torrealháquime,
 podemos ver que es un coqueto pueblo blanco de la Sierra de Cádiz.



Por la calle Fuera del Arco llegamos hasta dentro del arco. 
Es una costruccioón de trazo angular.
 En el fondo luce una cerámica conmemorativa peculiar.
Fue donada por una torreña singular, Irene Villalva,
 casada con un estimado médico del pueblo.



Sorpresa cuando algunos descubrimos el segundo apellido de su querido esposo.



Doblando el Arco, nos encontramos con la plaza de la Constitución, de 1820,
desde la que emerge orgullosa la parroquia de Nuestra Señora de la Antigua.



Curioso el nombre literal de la calle adyacente: 
"Debajo de las Campanas".
 


Subiendo la escalinata lateral, accedemos a la entrada de los restos de la torre árabe.



La Torre Alháquime... 
Bello pueblo serrano lleno de sorpresas.


(Fotografías de Manuel Cabello)



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Comentarios

  1. Hola Manuel, aunque conocía el pueblo fue a verlo hace tres meses otra vez, porque me gusta. Pero...........que pena como de abandonado tienen allí la parte encima la torre, todo roto, las farolas etc. y de limpieza nada ! Tenia que gastar cuidado de no matarme resbalando por las naranjas podridas en el suelo, a montones.
    Una pena.

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    Respuestas
    1. La vez que estuve había un empleado de mantenimiento haciendo algo por la estética. Es una pena que se invierta tan poco en el mantenimiento de nuestro patrimonio. Saludos.

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