Un castaño de los Pirineos a 40º en mayo



¡Quién le iba a decir a este castaño, que solo era un brote hace unos años, que tendría una nueva vida después de que el dueño de su finca lo arrancara del camino!
El pobre salió con raíces, y nos lo trajimos con mucho cuidado en un bote. Ahora es un castaño orgulloso de sus raíces y también de su nueva nacionalidad. Cada año nos regala unos estupendos erizos llenos de castañas, y eso que pasa los veranos a 40º en un patio de Ubrique.



 El castaño de los Pirineos en un patio andaluz


Rodeado de calas, hierbabuena y jazmines, se siente como en casa


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